martes, noviembre 27, 2007

Mi reloj

Escondido en un cajón revuelto se reia de mi sin parar, con su sonido incesante no paraba de repetirme la misma carcajada cada segundo ke pasaba. Yo no sabia ke habia pilas ke durasen una eternidad, pero ahí seguia mi reloj, incesante y muy inpuntual. Intenté ponerle en hora pero es imposible, a veces se atrasa y otras se adelanta, ke pena no poder manejar el tiempo a nuestro antojo. El niño ke tiró el reloj al cajón de los olvidos se le olvidó lo ke costaba un segundo; y minuto a minuto,año tras año, a ido creciendo asta convertirse en lo ke soy. Un segundo puede parecer muy poco tiempo, pero para algunos puede ser una eternidad. Vuelvo a guardarlo en el cajón, algún dia me podré reir yo de él.

1 comentario:

dijo...

bello.
bueno ahora si ke me kedo más trankila...se ke vos stais bien!!
y me alegro ...
al menos sta vivo..
mas kitao un peso de encima...
oye ke sigo sto kon un mail...
hasta lueg!!