martes, noviembre 27, 2007

Maestro

- Durante seis años busqué la iluminación - dijo el discípulo -.

Siento que estoy cerca y quiero saber cómo he de dar el siguiente paso. Un hombre que sabe buscar a Dios, sabe también cuidar de sí mismo.

- ¿Cómo te mantienes? - preguntó el maestro.

- Ése es un detalle sin importancia. Mis padres son ricos y me ayudan en mi búsqueda espiritual. Gracias a ello puedo dedicarme por entero a las cosas sagradas.

-Muy bien - dijo el maestro - entonces te explicaré el siguiente paso: mira al sol durante medio minuto.El discípulo obedeció. A continuación, el maestro le pidió que describiese el paisaje a su alrededor

- No puedo hacerlo. El brillo del sol me ha deslumbrado.

- Un hombre que mantiene los ojos fijos en el sol, termina ciego. Un hombre que sólo busca la Luz y deja sus responsabilidades en manos de los demás, jamás encontrará lo que busca - comentó el maestro.


Cuento Sufí

Mi reloj

Escondido en un cajón revuelto se reia de mi sin parar, con su sonido incesante no paraba de repetirme la misma carcajada cada segundo ke pasaba. Yo no sabia ke habia pilas ke durasen una eternidad, pero ahí seguia mi reloj, incesante y muy inpuntual. Intenté ponerle en hora pero es imposible, a veces se atrasa y otras se adelanta, ke pena no poder manejar el tiempo a nuestro antojo. El niño ke tiró el reloj al cajón de los olvidos se le olvidó lo ke costaba un segundo; y minuto a minuto,año tras año, a ido creciendo asta convertirse en lo ke soy. Un segundo puede parecer muy poco tiempo, pero para algunos puede ser una eternidad. Vuelvo a guardarlo en el cajón, algún dia me podré reir yo de él.